miércoles, 2 de diciembre de 2009

Cartas



Tengo un montón de cartas que escribí y nunca envié.
Solía hacerlo a menudo.
No las enviaba porque no quería enviarlas. Sólo quería escribirlas.
Algunas empezaban igual... y se dirigían a la misma persona.
Pero no acababan nunca igual.
Simplemente, en lugar de tirarlas, las guardaba.

Me resulta muy curioso leer todos aquellos pensamientos en esas cartas sin sello.

Me consolaba.
Me sentía mejor después de dejar escrito, fuera de mi cabeza, cualquier cosa que pensara o que quisiera decirle a alguien.
No voy a mentiros, los amores y desamores eran los principales destinatarios de mis cartas...
¡Por algo es una de las principales preocupaciones de una adolescente!

Pero también había cartas para amigas, para amigos, para mi familia...

He pensado en recuperar esa costumbre. ¿Por qué no?
Ahora puedo hacerlo sin tener que guardar las cartas en una bolsa!
Ahora puedo escribirlo en este inmenso mar cibernético.

4 comentarios:

  1. Pues si, puedes retomar esa buena "manía".

    Mi blog me ayuda mucho para desahogarme, a veces si no fuera por él gritaría por la calle y pegaría a más de un@

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  2. ¿Y qué has hecho con esas cartas no enviadas?

    Yo tenía un montón, algunas como tú dices empezaban igual... pero la mayoría las fui tirando poco a poco, por aquello de ir cerrando etapas.

    Me encanta tu blog!

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  3. Claro que sí! Vuelve a ello!! : )

    A los 12 años mis padres me regalaron un diario, no sabían lo que estaban haciendo, empecé a escribir sin mucho éxito, la constancia nunca fue mi fuerte, a partir de los 14 escribía más a menudo y empecé a cogerle el gustillo... (esto de ser hija única no puede ser bueno) hasta llegar a escribir unos 4 o 5. Lo mejor de todo es poder ver como cambié la forma de pensar, la letra, expresiones, etc. La temática era sobre todo 1001 anécdotas y sobre los 17-18 eran de autoayuda, todos los malos rollos se iban conforme iba escribiendo. Es una buena terapia.

    Hoy por hoy, lo hacemos por aquí y es casi igual o parecido, verdad?

    Besos!

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  4. Las cartas no enviadas sigo teniéndolas en una caja... y las recibidas, dentro de una gran bolsa (del Pryca! jajaja!).
    No es que no haya sido capaz de ir cerrando etapas. Hay mucha gente que utiliza la "quema" para esto. Pero yo no quise. Aunque mi presente no tenga nada que ver con mi pasado, me gusta mi pasado. Me gusta poder recordarlo y, aunque con muchas cosas lo pasara mal, ya forma parte de mi, de todo en lo que me he convertido. Me gusta ver mis cambios.

    Enkeli, yo también tengo dos o tres diarios! jejeje! Y tengo uno sólo con los sms que me enviaba mi ex! (Es que vivía a 1000km así que me recreaba en estas cosas)

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