miércoles, 30 de marzo de 2011

Con mi yaya

Al final no he podido llevar a cabo el proyecto que quería hacer con mi yaya.

A sus 91 años casi, la verdad es que está estupenda, pero creo que ya no tiene la cabeza para recetas ni recetos.

Cómo podemos volvernos de esta manera cuando nos hacemos mayores? Desconfianza, dondedijedigo, ...

Me da mucha pena. No puedo evitarlo.

Por nuestro bien, de momento no le hemos dicho nada del cigronet. Sabemos que ahora es incapaz de guardar un secreto y es mejor que lo sepa cuando el resto de la familia se haya enterado.

- Cómo estás yaya?
- Ais, tengo las piernas, y las manos, y los hombros, y la espalda... ay! pero sobre todo las piernas... ay! (cara de tristeza)
- Pero si me he enterado que el sábado te fuiste a bailar y todo!!! Cómo que te duelen las piernas?
- Síii!!!!! (cara de alegría) me fui a bailar!!!! Y un hombre me quería invitar a café y todo?
- jajajaja! En serio? y tú qué le dijiste?
- Que yo no quería ningún café! Yo???? Quita, quita! Yo no quería café!


Aunque con el tiempo, las uvas que hoy tengo para picar, pueden parecer pasas...
Hay pasas que son mucho mejores que la firme uva!!!


3 comentarios:

  1. Cuanto echo de menos una abuela que me quiera, el domingo fui a ver a la mia a la resi y como si fuera el vecino del quinto, le hace mas ilusión a las demás abuelitas verme que a ella, pero bueno...

    ResponderEliminar
  2. A mi em passa exactament el mateix amb la meva; és llei de vida però ouuuufs!

    ResponderEliminar
  3. Me recuerda a mi yayo, de 87 años. Voy a almorzar con él una vez a la semana y me cuenta siempre las mismas historias. ¡Y me gana en apetito!.

    ResponderEliminar

Cuéntame!