El sábado, mientras estábamos de compras por el centro,
nos encontramos con la tuna cantando en plena calle.
Me recuerda a las fiestas de la tuna de mi universidad
en medio del pasillo, entre clase y clase.
¡La sangría circulaba como torrente sanguíneo!
jejeje
Me encanta la tuna...La hermana de una de mis mejores amigas se la contrató para que le vinieran a cantar a su hermana el día de la boda y lo pasamos genial. Esa experiencia sumada a una que viví y expliqué hace poco en el blog...me han llevado a desearla como experiencia genial que quiero vivir.
ResponderEliminarCreo que me he perdido... para variar! jejeje
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