jueves, 7 de octubre de 2010

Querida trabajadora de Hofmann

¿Sabe una cosa? Hoy en día cuesta mucho encontrar un servicio de atención al cliente que haga su trabajo.
De verdad!
- En telefonía, es un caos. Para una persona que soluciona tu problema, tienes que haber hecho como 10 llamadas sin éxito y explicar las mismas veces tu incidencia.
- En cuestiones de trabajo, hoy, por ejemplo, he contactado con una empresa de adhesivos por quinta vez, y siempre me dicen que en esa misma mañana me solucionan el problema, pero hoy tampoco me lo han solucionado.
- Para que te paguen, ya ni le cuento... el grado de morosidad hoy día asusta... Parecen saber de magia porque nunca están los encargados del tema cuando les llamas!

- No sigo porque esta carta se alargaría demasiado...

Por eso, no puedo evitar casi emocionarme cuando resulta tan fácil hacer una reclamación, cuando resulta tan fácil obtener respuesta rápida y sobre todo, una solución.

Siempre había tenido al álbum Hofmann como uno de los mejores del mercado. Así que me extrañó muchísimo que uno adquirido en junio empezara a despegarse de esta manera...



Pero sólo ha hecho falta enviarle las fotos que me ha solicitado y ya tengo un e-mail en mi bandeja de entrada con sus disculpas y la garantía de fabricación de otro álbum igual.

¿Es o no es para llorar de alegría?

Señorita de Hofmann... se ha ganado usted
sus regalos de Reyes Magos!

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